Puedes
llevarte el brillo de mi mirada, la ilusión de ponerme mi falda más
corta, la sonrisa cuando llueve o mis besos más húmedos. Llévatelo si
quieres. Pisotéalo todo hasta que acabes bailando de felicidad sobre lo
que crees que son mis pedazos. Me das pena. Tu felicidad depende de mí
derrota. ¿No te das cuenta? Siempre acabas dependiendo de mí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario